Hoy cancelé mi suscripción a Warcraft.

Hoy cancelé mi suscripción, no a falta de recursos, ni mucho menos a falta de tiempo. Simplemente ya no lo encuentro divertido, ya no me divierte matar a gnomos por diversión. ¿Es que estoy demasiado viejo para esas cosas? No sé, probablemente; probablemente llega un tiempo en el cual debes de dejar cosas atrás para comenzar otras nuevas, dedicarse a la carrera, conseguir una pasantía, usar un traje como mi viejo…

Crecer duele, por ello algo gran alboroto de esto, porque no solamente dejo de jugar al Warcraft, de pasar mis tardes en el mundo de Azeroth, sino por lo que significa y conlleva: Dejar los juguetes y tomar el tintero, un tintero lleno de neologismos y señores con nombres rimbombantes que no saben de lo que hablan, o creen saberlo.

Pero dejen al pequeño llorar su pérdida, a su infancia moribunda que recordará siempre y llevará en su corazón.